Blog de Derecho de lesiones personales

Lo que quizá no sepa sobre la conducción con somnolencia

800px-CAB_DRIVER_WAITS_AT_INTERSECTION_IN_MIDTOWN_-_NARA_-_549862

Cuando el cómico Tracy Morgan fue atropellado y gravemente herido por un camionero fatigado, los problemas de la conducción somnolienta pasaron a primer plano. La fatiga del conductor no suele recibir tanta atención como la conducción bajo los efectos del alcohol, pero puede ser igual de peligrosa. Esto es lo que hay que saber.

  • Es más frecuente de lo que se piensa. Según una encuesta realizada en 2005 por la Fundación Nacional del Sueño, el 60% de los conductores adultos admite conducir cuando se siente somnoliento, y más de un tercio afirma haberse quedado dormido al volante. El 4%, es decir, unos 11 millones de conductores, declararon haber tenido un accidente o casi accidente porque estaban demasiado somnolientos para conducir. En países con sistemas de notificación de accidentes más fiables que los de Estados Unidos, se sabe que la somnolencia al volante es un factor que interviene en entre el 10% y el 30% de todos los accidentes.
  • Es probable que se denuncie muy poco. Según una estimación conservadora de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico, 100.000 accidentes al año son consecuencia de la fatiga del conductor, con el resultado de 71.000 heridos, 1.550 muertos y $12.500 millones en pérdidas económicas. Sin embargo, es probable que el problema sea mucho peor. Muchos conductores somnolientos pueden no admitir su estado, y no existe ninguna prueba para determinar el nivel de fatiga de un conductor, como sí existe para la intoxicación etílica.
  • Algunas personas corren más riesgo. Los hombres son más propensos a conducir fatigados que las mujeres, y los jóvenes (de 18 a 29 años) conducen somnolientos con más frecuencia que otros grupos de edad. Los trabajadores en turnos de noche, los padres de niños pequeños y las personas con apnea del sueño u otros trastornos del sueño presentan tasas de riesgo especialmente elevadas.
  • Es más peligroso de lo que parece. Las personas suelen reconocer bastante bien que tienen sueño, pero también tienden a juzgar mal lo difícil que les resulta mantenerse despiertos. Lo mejor que se puede hacer ante una conducción somnolienta es parar y echarse una siesta, pero muchos conductores responden a la situación conduciendo más deprisa para llegar antes a su destino, lo que aumenta el peligro. Según un estudio de la Fundación AAA para la Seguridad en el Tráfico, dormir seis o siete horas por noche en lugar de ocho o más puede duplicar el riesgo de sufrir un accidente, y conducir con menos de cinco horas de sueño aumenta el riesgo cuatro o cinco veces.
  • Puede ser tan peligroso como conducir ebrio. Un estudio australiano descubrió que permanecer despierto sólo 18 horas crea un nivel de deterioro equivalente a un contenido de alcohol en sangre de 0,05. Después de permanecer despierto 24 horas, el nivel de deterioro era equivalente a 0,10. Después de permanecer despierto durante 24 horas, el nivel de deterioro era equivalente a 0,10, muy por encima del nivel de 0,08 con el que es ilegal conducir en Estados Unidos.

Si ha sufrido lesiones en un accidente de automóvil, puede tener derecho a una indemnización. Llame al Briskman Briskman & Greenberg para una consulta gratuita y obtener más información sobre sus derechos legales.

[footer block_id='1961′]

Siga leyendo: Más de nuestro blog