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Los problemas de movimiento de un bebé pueden indicar parálisis cerebral

Los bebés sufren a menudo lesiones congénitas que no se diagnostican en el momento del nacimiento. Un bebé puede sufrir parálisis cerebral debido a una lesión de nacimiento, pero la enfermedad puede no diagnosticarse hasta más tarde. Con frecuencia, los problemas de movimiento son el primer signo de parálisis cerebral.

Se cree que la parálisis cerebral está causada por la falta de oxígeno en el cerebro durante el parto y es uno de los problemas de salud más graves que pueden derivarse de una lesión en el parto. Puede afectar al niño de por vida.

Los problemas de movimiento que pueden indicar parálisis cerebral incluyen una serie de síntomas, de leves a graves. El niño puede mostrar falta de coordinación muscular, reflejos exagerados o rigidez muscular. El niño puede tener problemas para andar, con tendencia a arrastrar un pie u otro. Puede haber variaciones en el tono muscular, desde demasiado flácido a demasiado rígido. El bebé puede mostrar dificultades para hablar, succionar o tragar, y puede presentar babeo excesivo. Pueden notarse temblores o dificultades con los movimientos motores finos.

Hay distintos tipos de parálisis cerebral. La más común es la parálisis cerebral espástica, que se caracteriza por dificultad de movimiento y rigidez. La parálisis cerebral atetoide se caracteriza por dificultad para hablar, movimientos involuntarios e incapacidad para mantener la postura. La parálisis cerebral atáxica se caracteriza por un sentido del equilibrio distorsionado, problemas de percepción de la profundidad y dificultad de coordinación.

Si cree que su hijo puede sufrir parálisis cerebral como consecuencia de una lesión de nacimiento, es importante que hable con su médico. Si se obtiene ese diagnóstico, llame al Briskman Briskman & Greenberg para estudiar si puede tener derecho a una indemnización.

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