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Los investigadores observaron al personal médico de residencias de ancianos administrando medicación a 127 clientes durante un periodo de tiempo y observaron 428 errores, es decir, el 21,2 por ciento del total de administraciones de medicación.

Otro estudio, publicado en el American Journal of Geriatric Pharmacology, descubrió que los errores repetidos eran frecuentes en las residencias de ancianos y tenían más probabilidades de causar daños al paciente que los sucesos puntuales.

Los errores de medicación pueden producirse cuando el personal médico administra la medicación equivocada, no administra el fármaco o no sigue las instrucciones del médico al administrar la medicación. Los residentes de residencias asistidas pueden ser aún más vulnerables, porque los medicamentos suelen ser administrados por personal no enfermero.

Cuando el personal médico de una residencia de ancianos comete errores en la administración de medicamentos, los efectos pueden ser muy perjudiciales para la salud del paciente, e incluso poner en peligro su vida. Los estudios han revelado que los errores en la administración de fármacos suelen estar relacionados con medicamentos de alto riesgo, como los hipoglucemiantes y los anticoagulantes. Para los estadounidenses de 75 años o más, es típico tomar una media de más de 11 medicamentos en el transcurso de un año, lo que hace que la administración precisa sea extremadamente importante. Este tipo de negligencia en residencias de ancianos a menudo da lugar a demandas contra las residencias por negligencia y mala praxis médica.

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